Pensadas con un propósito pero creadas con otro, cuatro muñecas malditas vagan el mundo sin ningún propósito en especial, esperando pacientemente que su fin se acerque. Si, así de triste era su vida hasta ese momento, hasta el momento en que los conocieron.
A mediados de los años 1450 d.C., un solitario hombre de mediana edad, luego de intentarlo todo para conseguir el corazón de la mujer a la que amaba, pensó en crear una muñeca vudú para que ella sintiera lo mismo por él. No perdía nada en intentarlo después de todo ¿No?.
Pasó años investigando sobre el asunto pero mientras más investigaba mas cambiaba su objetivo. ¿La razón? Se dio cuenta de que mientras creaba muñecas, buscando la misma perfección de su amada, podía crear imágenes aun más bellas que la de ella. Dejando de lado a aquella mujer creo cuatro muñecas bellísimas para cualquier ojo humano: la primer muñeca era de apariencia extrovertida, la elegancia para la segunda, una inocencia y timidez para la tercera muñeca , mientras que la cuarta poseía una mirada de arrogancia pero amigable al mismo tiempo.
Pero solo había un problema: solo eran muñecas. Podían ser muy hermosas por fuera pero eran completamente vacías por dentro.
¿Cómo podían esos seres físicamente perfectos tener vida? ¿…ser humanas?
Luego de un par de años solo encontró una respuesta a esa gran pregunta que se formulaba para completar su capricho: Las hizo muñecas vudús vivientes implantándoles un alma humana dentro de cada una de las cuatro muñecas.
¿Cómo? Murió llevándose ese secreto a la tumba.
¿Con que alma humana? Hasta este momento no lo sabemos.
¿Qué paso con ellas? Se separaron en el momento en que ‘nacieron’, solo recordando vagamente los rostros de las demás, y comenzaron a vagar de cuidad en cuidad.
Las muñecas, aprendiendo poco a poco a adaptarse a los humanos lograron comprender como comportarse, fueron teniendo varias personas que las cuidaban y protegían de todo mal, llamándolos ‘Amos’ y gracias a esto descubrieron una cosa: Cada vez que tenían un Amo podían cambiar de tamaño hasta tener la apariencia de una persona normal.
¿Cómo era esto posible? Aquella persona que las creo lo hizo posible. Deseo tanto que fuesen lo más parecidas a una persona común que dio su vida para cumplir aquel capricho que tanto anhelaba.
Aun así ese milagro que poseían hizo que la gran mayoría de los humanos las consideraran monstros. ¿Cómo podría alguien sobrevivir a la tortura de que la persona que creías que te amaría por el resto de la vida te llamara monstro y te alejara de su lado?
••••••••
Proximo Capitulo:
• ¡Simplemente DETESTABA la lluvia!
• - Nya? ¡Mira eso, Oishi!
• ¿Un baño? ¡¿Ese chico pensaba bañarla?!
#01 - Un extrovertido color verde
My Dear Doll
#00 - Prologo
#00 - Prologo
A mediados de los años 1450 d.C., un solitario hombre de mediana edad, luego de intentarlo todo para conseguir el corazón de la mujer a la que amaba, pensó en crear una muñeca vudú para que ella sintiera lo mismo por él. No perdía nada en intentarlo después de todo ¿No?.
Pasó años investigando sobre el asunto pero mientras más investigaba mas cambiaba su objetivo. ¿La razón? Se dio cuenta de que mientras creaba muñecas, buscando la misma perfección de su amada, podía crear imágenes aun más bellas que la de ella. Dejando de lado a aquella mujer creo cuatro muñecas bellísimas para cualquier ojo humano: la primer muñeca era de apariencia extrovertida, la elegancia para la segunda, una inocencia y timidez para la tercera muñeca , mientras que la cuarta poseía una mirada de arrogancia pero amigable al mismo tiempo.
Pero solo había un problema: solo eran muñecas. Podían ser muy hermosas por fuera pero eran completamente vacías por dentro.
¿Cómo podían esos seres físicamente perfectos tener vida? ¿…ser humanas?
Luego de un par de años solo encontró una respuesta a esa gran pregunta que se formulaba para completar su capricho: Las hizo muñecas vudús vivientes implantándoles un alma humana dentro de cada una de las cuatro muñecas.
¿Cómo? Murió llevándose ese secreto a la tumba.
¿Con que alma humana? Hasta este momento no lo sabemos.
¿Qué paso con ellas? Se separaron en el momento en que ‘nacieron’, solo recordando vagamente los rostros de las demás, y comenzaron a vagar de cuidad en cuidad.
Las muñecas, aprendiendo poco a poco a adaptarse a los humanos lograron comprender como comportarse, fueron teniendo varias personas que las cuidaban y protegían de todo mal, llamándolos ‘Amos’ y gracias a esto descubrieron una cosa: Cada vez que tenían un Amo podían cambiar de tamaño hasta tener la apariencia de una persona normal.
¿Cómo era esto posible? Aquella persona que las creo lo hizo posible. Deseo tanto que fuesen lo más parecidas a una persona común que dio su vida para cumplir aquel capricho que tanto anhelaba.
Aun así ese milagro que poseían hizo que la gran mayoría de los humanos las consideraran monstros. ¿Cómo podría alguien sobrevivir a la tortura de que la persona que creías que te amaría por el resto de la vida te llamara monstro y te alejara de su lado?
¿Acaso… habría alguien que sí las aceptara?
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Proximo Capitulo:
• ¡Simplemente DETESTABA la lluvia!
• - Nya? ¡Mira eso, Oishi!
• ¿Un baño? ¡¿Ese chico pensaba bañarla?!
#01 - Un extrovertido color verde
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