Realmente esa era una situación que nadie esperaba, si aquellos buchou que se odiaban, aunque compartieran un gran amor por la misma escuela y el mismo deporte, ahora debían trabajar juntos, por sus equipos. Comenzare a contar la historia:
Ambos equipos de tennis necesitaban fondos extras para una salida que harían ambos, los chicos no tenían esos problemas de dinero, Atobe siempre pagaba toso, pero las chicas no contaban con esa suerte. El día en que ambos clubs planeaban la salida, como siempre Atobe y Echizen pelearon y se retiraron, dejando en manos de los fuko-buchou la reunión, Kenta sabía que el grupo masculino, no tendría que hacer ningún esfuerzo para reunir el dinero pero ellas si lo tendrían que hacer, así que Yushii enterado de la situación propuso un simple festival, donde venderían postres, harían juegos y ese tipo de cosas, abierto a todas os estudiantes de su escuela y de las escuelas de alrededor. Yushii como líder en ese momento del Hyotei prometió la colaboración de sus casi 200 miembros, el haría cualquier cosa por hacer que Kenta estuviera bien. Ella acepto realmente necesitaban de su ayuda. De esta forma organizaron las actividades, ambos les gustaría ver a sus buchou en una situación incómoda así que ambos estuvieron de acuerdo en ponerlos a trabajar en el mismo puesto.
Al siguiente entrenamiento después de aquella reunión, se dieron a conocer las actividades y los encargados de realizarlas, todos se encontraban en un salón reunidos. Por supuesto estaban emocionados jamás habían realizado algo así y los chicos estaban encantados de ayudar a sus chicas, siempre sentían que debían protegerlas. Yushii y Kenta se levantaron y pasaron al frente del salón, con una lista en la mano.
- Bueno –comenzó Yushii- presten atención, aquí tenemos las actividades que realizaremos.- sonrió.
- No hay cambio de actividad ni de compañero- dijo Kenta seriamente, de tal forma que nadie ni siquiera los buchou se habían atrevido a refutar.
- Comenzaremos a nombrarlos.- Yushii nombraba cada pareja y su actividad correspondiente, por ultimo llego a los buchou.- bueno Echizen y Atobe, su actividad será la venta de pasteles. De buena fuente sabemos que a Amaya le gusta cocinar dulces así que nos pareció buena idea- la chica fulmino con la mirada a su amiga, la cual se hizo la que no se había dado cuenta. Atobe simplemente hizo mala cara. Todos en la reunión que conocían la situación de aquellos dos, no pudieron evitar sonreír a escondidas, sin dejarse descubrir por sus buchous correspondientes.
- Bueno entonces a trabajar será pasado mañana el festival así que todos deben cumplir y comenzar a preparar su puesto. Las dos personas encargadas de cada actividad deberán estar siempre juntos y responsables, si alguno de los dos falla, sin importar en que situación, ambos serán sancionados.- todos se miraron entre sí con temor, sabían que si las sanciones las impondría Kenta o Yushii podría ser su fin.
- Hasta mañana- termino Yushii. Todos asintieron y salieron de salón, Amaya y Keigo se miraron.
- Solo espero que trabajes Atobe- comenzó Amaya, el otro chico solo sonrió y salió.
El día siguiente Keigo y Amaya quedaron en encontrarse después de clases para ir a comprar los ingredientes y preparar algunos de los postres que venderían al día siguiente. La chica ya estaba en el punto de encuentra: la salida de la escuela. El chico aun en el salón ponía mala cara.
- Hey!! Kei-chan- una chica le hablaba desde la puerta, este reconociéndola se levantó, como si le hubiese surgido una idea y salió a encontrar a aquella chica- ¿no deberías de estar organizando tu puesto?- el chico le sonrió.
- Tú lo harás por mí- sonrió prepotente. La chica sin espera se burló de él.
- Definitivamente estás loco- siguió riendo- yo voy a organizar mi actividad así que no lo hare.- comenzaron a caminar- ¿además que pasa contigo le tienes miedo a Amaya buchou?- estas palabras habían calado en el orgullo del chico.
- Sabes? A veces puedes ser odiosa- le dijo el chico, pero la chica solo volvió a reír.
- Adiós Kei-chan, disfruta tu tarde- la chica le sonrió, y salió corriendo a encontrarse con Jirou, con quien debía planear la actividad para el festival.
Amaya ya estaba enojándose al ver que Keigo no llegaba. Ya llevaba 15 minutos esperándole. Así que apenas vio que el chico apareció, comenzó a exasperarse.
- Sabe que Atobe- dijo la chica- si no quieres hacer nada, pues es tu problema mejor que no estorbes.- el chico la miro y le sonrió con prepotencia.
- An? no quiero ganar un castigo impuesto por Yushii o Kenta, así que te ayudare- la chica asintió, aun exasperada y comenzó a caminar en dirección a su casa, por el camino comprarían los ingredientes necesarios.
- ¿Caminaremos?- pregunto el chico aburrido no estaba acostumbrado a transportarse caminando por ahí.
- Si – fue lo único que respondió la chica, y continuo caminando, el chico desanimado le seguía atrás.
Ninguno de los dos pronuncio una palabra por el camino, cualquiera que los pudiera ver en ese momento pensaría que aquellos dos eran enemigos. Luego de hacer las compras necesarias, entraron en la casa de la chica.
- Sigue- le comento la chica abriendo la puerta. Keigo entro y camino detrás de la chica hasta la sala. Dejaron las maletas a un lado y comenzaron a preparar todo en la cocina.
- An? ¿Echizen vive sola?- se preguntó para sí mismo, pero la chica inmediatamente le contesto.
- No, yo vivo con mi abuela.- sonrió orgullosa.- ven ayúdame.- le dijo haciendo que desempacara las cosas.
- Y que postres harás?- las cosas se habían calmado un poco pero esa pregunta había vuelto a enojar a la chica, no se lo aguantaba
- Haremos- le corrigió fríamente.
- Ok que postre haremos?- dijo el chico sin más remedio.
- Comenzaremos con algo sencillo un pastel de fresas- dijo la chica saboreando mentalmente el pastel.
El chico asintió, y comenzó a leer la receta que ella le había escrito, Amaya mientras tanto iba por dos delantales, le extendió uno a Keigo y comenzaron.
- Primero vamos a batir un cuarto de mantequilla, toma- Amaya había tomado su pedazo y le había pasado al chico la mantequilla.-
- ¿Así?- pregunto el chico con una cara de horror. La verdad es que en su vida había estado tan cerca de los implementos de la cocina.
- Si- respondió la chica y continuo.-ahora le pondremos una taza de azúcar- ambos cogieron la taza de azúcar que habían preparado antes y se la agregaron.- ahora comencemos a batirlo- tomaron dos batidoras y comenzaron, aunque Keigo se veía bastante incomodo, la chica siguió en lo suyo sin prestarle atención.- sigue ponerle un huevo- le dijo, los huevos se encontraban del lado del chico- me alcanzas uno por favor- le pidió la chica. Keigo simplemente sin fijarse bien le puso el huevo dentro de la olla donde estaba la batidora prendida. Inmediatamente él las aspas de la batidora chocaron con el huevo este se rompió bruscamente haciendo que pedazos cayeran en la cara y el delantal de Amaya.
Ella enojada se volteó, apago la batidora y vació todo el contenido de su olla en la cabeza de Keigo. Él no podía con eso, grasa en su magnífico cabello, no lo toleraría, así que tomo la bolsa de la harina y se la vació completamente a la chica, así comenzó una guerra de ingredientes entre ellos dos. Más que una pelea se veía como un juego, el piso de la cocina había quedado resbaloso, tenía harina, fresas, leche, agua, algunos huevos. Keigo se disponía a aventarle un poco más de harina y la chica por esquivarle, puso mal el pie en el suelo y resbalo cayendo hacia adelante. Él por sostenerla también resbaló y termino debajo de Amaya, sus rostros untados de todo tipo de ingredientes quedaron cerca, los ojos de la chica quedaron clavados en los de Keigo. Cada uno sentía la respiración del otro, no habían caído en cuenta de lo que estaba sucediendo, se estaban dejando llevar por un momento mágico que jamás habían imaginado, o posiblemente si pero en lo más profundo de sus pensamientos. Los labios de Amaya estaban a punto de ser raptados y apresados por los de Keigo. Él no pudo evitarlo movió lentamente su cabeza hasta que sus labios pudieron capturar los de su compañera. Un simple beso, que significaba toda la pasión que llevaba dentro por aquella chica, un simple beso que lo había puesto al descubierto, un simple beso que le indicaba que el sentimiento no era único.
Al siguiente día la actitud de los dos chicos no había cambiado mucho, seguían siendo odiosos uno con el otro, pero los que los conocían bien sabía que algo había sucedido, la tensión entre ellos había mejorado, y aunque las peleas no cesaban, no eran igual que antes. Al parecer tenían otro fin que solo fastidiar al otro, y ese era una forma de decir “me importas”. ¿Extraña? sí, pero son dos arrogantes y orgullosos buchous, nunca se saben cómo reaccionaran y mostraran sus más puros sentimientos.
Ambos equipos de tennis necesitaban fondos extras para una salida que harían ambos, los chicos no tenían esos problemas de dinero, Atobe siempre pagaba toso, pero las chicas no contaban con esa suerte. El día en que ambos clubs planeaban la salida, como siempre Atobe y Echizen pelearon y se retiraron, dejando en manos de los fuko-buchou la reunión, Kenta sabía que el grupo masculino, no tendría que hacer ningún esfuerzo para reunir el dinero pero ellas si lo tendrían que hacer, así que Yushii enterado de la situación propuso un simple festival, donde venderían postres, harían juegos y ese tipo de cosas, abierto a todas os estudiantes de su escuela y de las escuelas de alrededor. Yushii como líder en ese momento del Hyotei prometió la colaboración de sus casi 200 miembros, el haría cualquier cosa por hacer que Kenta estuviera bien. Ella acepto realmente necesitaban de su ayuda. De esta forma organizaron las actividades, ambos les gustaría ver a sus buchou en una situación incómoda así que ambos estuvieron de acuerdo en ponerlos a trabajar en el mismo puesto.
Al siguiente entrenamiento después de aquella reunión, se dieron a conocer las actividades y los encargados de realizarlas, todos se encontraban en un salón reunidos. Por supuesto estaban emocionados jamás habían realizado algo así y los chicos estaban encantados de ayudar a sus chicas, siempre sentían que debían protegerlas. Yushii y Kenta se levantaron y pasaron al frente del salón, con una lista en la mano.
- Bueno –comenzó Yushii- presten atención, aquí tenemos las actividades que realizaremos.- sonrió.
- No hay cambio de actividad ni de compañero- dijo Kenta seriamente, de tal forma que nadie ni siquiera los buchou se habían atrevido a refutar.
- Comenzaremos a nombrarlos.- Yushii nombraba cada pareja y su actividad correspondiente, por ultimo llego a los buchou.- bueno Echizen y Atobe, su actividad será la venta de pasteles. De buena fuente sabemos que a Amaya le gusta cocinar dulces así que nos pareció buena idea- la chica fulmino con la mirada a su amiga, la cual se hizo la que no se había dado cuenta. Atobe simplemente hizo mala cara. Todos en la reunión que conocían la situación de aquellos dos, no pudieron evitar sonreír a escondidas, sin dejarse descubrir por sus buchous correspondientes.
- Bueno entonces a trabajar será pasado mañana el festival así que todos deben cumplir y comenzar a preparar su puesto. Las dos personas encargadas de cada actividad deberán estar siempre juntos y responsables, si alguno de los dos falla, sin importar en que situación, ambos serán sancionados.- todos se miraron entre sí con temor, sabían que si las sanciones las impondría Kenta o Yushii podría ser su fin.
- Hasta mañana- termino Yushii. Todos asintieron y salieron de salón, Amaya y Keigo se miraron.
- Solo espero que trabajes Atobe- comenzó Amaya, el otro chico solo sonrió y salió.
El día siguiente Keigo y Amaya quedaron en encontrarse después de clases para ir a comprar los ingredientes y preparar algunos de los postres que venderían al día siguiente. La chica ya estaba en el punto de encuentra: la salida de la escuela. El chico aun en el salón ponía mala cara.
- Hey!! Kei-chan- una chica le hablaba desde la puerta, este reconociéndola se levantó, como si le hubiese surgido una idea y salió a encontrar a aquella chica- ¿no deberías de estar organizando tu puesto?- el chico le sonrió.
- Tú lo harás por mí- sonrió prepotente. La chica sin espera se burló de él.
- Definitivamente estás loco- siguió riendo- yo voy a organizar mi actividad así que no lo hare.- comenzaron a caminar- ¿además que pasa contigo le tienes miedo a Amaya buchou?- estas palabras habían calado en el orgullo del chico.
- Sabes? A veces puedes ser odiosa- le dijo el chico, pero la chica solo volvió a reír.
- Adiós Kei-chan, disfruta tu tarde- la chica le sonrió, y salió corriendo a encontrarse con Jirou, con quien debía planear la actividad para el festival.
Amaya ya estaba enojándose al ver que Keigo no llegaba. Ya llevaba 15 minutos esperándole. Así que apenas vio que el chico apareció, comenzó a exasperarse.
- Sabe que Atobe- dijo la chica- si no quieres hacer nada, pues es tu problema mejor que no estorbes.- el chico la miro y le sonrió con prepotencia.
- An? no quiero ganar un castigo impuesto por Yushii o Kenta, así que te ayudare- la chica asintió, aun exasperada y comenzó a caminar en dirección a su casa, por el camino comprarían los ingredientes necesarios.
- ¿Caminaremos?- pregunto el chico aburrido no estaba acostumbrado a transportarse caminando por ahí.
- Si – fue lo único que respondió la chica, y continuo caminando, el chico desanimado le seguía atrás.
Ninguno de los dos pronuncio una palabra por el camino, cualquiera que los pudiera ver en ese momento pensaría que aquellos dos eran enemigos. Luego de hacer las compras necesarias, entraron en la casa de la chica.
- Sigue- le comento la chica abriendo la puerta. Keigo entro y camino detrás de la chica hasta la sala. Dejaron las maletas a un lado y comenzaron a preparar todo en la cocina.
- An? ¿Echizen vive sola?- se preguntó para sí mismo, pero la chica inmediatamente le contesto.
- No, yo vivo con mi abuela.- sonrió orgullosa.- ven ayúdame.- le dijo haciendo que desempacara las cosas.
- Y que postres harás?- las cosas se habían calmado un poco pero esa pregunta había vuelto a enojar a la chica, no se lo aguantaba
- Haremos- le corrigió fríamente.
- Ok que postre haremos?- dijo el chico sin más remedio.
- Comenzaremos con algo sencillo un pastel de fresas- dijo la chica saboreando mentalmente el pastel.
El chico asintió, y comenzó a leer la receta que ella le había escrito, Amaya mientras tanto iba por dos delantales, le extendió uno a Keigo y comenzaron.
- Primero vamos a batir un cuarto de mantequilla, toma- Amaya había tomado su pedazo y le había pasado al chico la mantequilla.-
- ¿Así?- pregunto el chico con una cara de horror. La verdad es que en su vida había estado tan cerca de los implementos de la cocina.
- Si- respondió la chica y continuo.-ahora le pondremos una taza de azúcar- ambos cogieron la taza de azúcar que habían preparado antes y se la agregaron.- ahora comencemos a batirlo- tomaron dos batidoras y comenzaron, aunque Keigo se veía bastante incomodo, la chica siguió en lo suyo sin prestarle atención.- sigue ponerle un huevo- le dijo, los huevos se encontraban del lado del chico- me alcanzas uno por favor- le pidió la chica. Keigo simplemente sin fijarse bien le puso el huevo dentro de la olla donde estaba la batidora prendida. Inmediatamente él las aspas de la batidora chocaron con el huevo este se rompió bruscamente haciendo que pedazos cayeran en la cara y el delantal de Amaya.
Ella enojada se volteó, apago la batidora y vació todo el contenido de su olla en la cabeza de Keigo. Él no podía con eso, grasa en su magnífico cabello, no lo toleraría, así que tomo la bolsa de la harina y se la vació completamente a la chica, así comenzó una guerra de ingredientes entre ellos dos. Más que una pelea se veía como un juego, el piso de la cocina había quedado resbaloso, tenía harina, fresas, leche, agua, algunos huevos. Keigo se disponía a aventarle un poco más de harina y la chica por esquivarle, puso mal el pie en el suelo y resbalo cayendo hacia adelante. Él por sostenerla también resbaló y termino debajo de Amaya, sus rostros untados de todo tipo de ingredientes quedaron cerca, los ojos de la chica quedaron clavados en los de Keigo. Cada uno sentía la respiración del otro, no habían caído en cuenta de lo que estaba sucediendo, se estaban dejando llevar por un momento mágico que jamás habían imaginado, o posiblemente si pero en lo más profundo de sus pensamientos. Los labios de Amaya estaban a punto de ser raptados y apresados por los de Keigo. Él no pudo evitarlo movió lentamente su cabeza hasta que sus labios pudieron capturar los de su compañera. Un simple beso, que significaba toda la pasión que llevaba dentro por aquella chica, un simple beso que lo había puesto al descubierto, un simple beso que le indicaba que el sentimiento no era único.
Al siguiente día la actitud de los dos chicos no había cambiado mucho, seguían siendo odiosos uno con el otro, pero los que los conocían bien sabía que algo había sucedido, la tensión entre ellos había mejorado, y aunque las peleas no cesaban, no eran igual que antes. Al parecer tenían otro fin que solo fastidiar al otro, y ese era una forma de decir “me importas”. ¿Extraña? sí, pero son dos arrogantes y orgullosos buchous, nunca se saben cómo reaccionaran y mostraran sus más puros sentimientos.
Dom Oct 07, 2012 10:21 pm por Kath Law
» Maid Coffee
Lun Jul 16, 2012 7:48 am por Kira Hatake
» 100 palabras para ti
Mar Abr 10, 2012 10:40 pm por Amaya
» SDD 1: Inicio de una nueva vida
Lun Abr 09, 2012 11:56 am por Kath Law
» Solo déjate llevar
Sáb Mar 10, 2012 3:32 pm por Kira Hatake
» Caballero Negro
Sáb Mar 03, 2012 3:18 pm por Kira Hatake
» Prepa...contiii
Sáb Feb 25, 2012 3:48 pm por Kira Hatake
» Vuelo 278
Vie Feb 17, 2012 2:30 pm por Kath Law
» Parallel World
Lun Feb 13, 2012 5:21 pm por Hiitomi Echizen