Solo déjate llevar

Solo déjate llevar


Estaba de vacaciones, o bueno, debía aceptarlo no eran vacaciones, estaba aburrida además de dolida, con que? Supone que con la rutina de su vida, así que en realidad se había escapado, su hermano la había ayudado y la cubriría de sus labores mientras ella no estaba, entonces se encontraba ahora caminando por la playa en la noche, llevaba un vestido blanco, el color no era su fuerte, tampoco le gustaba mucho, pero ¿que mas podías vestir si irías a una bar y era el White day en aquel lugar?. Realmente eso era a lo que se había dedicado los últimos tres días desde que había llegado, solo festejar: iba a los bares de noche, conciertos de Dj famosos en la mañana y en la tarde, algo de surf, algo de correr, un poco de cenas y almuerzos, y es que si estabas en Ibiza eso era lo mínimo que podías hacer. La electrónica le encantaba desde que tenía memoria y cuando pensó en escaparse, el único lugar que tenia en mente para disfrutar, descansar y vivir algo diferente era ese: Ibiza.


Se sentó en la barra del bar y pidió un whisky, le gustaba tomarlo, a diferencia de muchas personas a ella le sentaba bastante mal la cerveza así que ese trago era su predilecto y le gustaba mezclarlo con un poquito de ginger ale, el barman la miro, seguramente pensaba que era algo descabellado llegar a un bar en la noche sola, pero a aquella chica no le importaba, sabia como defenderse. Pasaron un par de horas y ya con alcohol en la cabeza debía admitir que lo que la había llevado hasta allá era olvidar un amor que la había dejado hacia… algún tiempo?, no en realidad ya habían pasado un poco mas de 5 meses y en realidad hasta hacia dos semanas todo estaba bien, pero aquella persona había vuelto a aparecer diciéndole que volviera con él y la había confundido totalmente, sí, el alcohol lo tenia en la cabeza lo suficiente para ahora hablar de ello sin ningún tabú, pero no lo suficiente para estar borracha o algo parecido. Esa noche tocaba un Dj común, así que la música estaba bastante variada, se levanto al baño, pensó que con echarse un poco de agua en la cara borraría aquellos pensamientos que el alcohol había traído a colación.


Se volvió a sentar en el mismo lugar, sentía deseos de bailar, aquella canción que sonaba le encantaba, pero antes de poder volver a levantarse el barman le tomo la mano y le puso un vaso de whisky como a ella le gustaba, ella solo sonrió en agradecimiento pensó que era cortesía de la casa, le agradaba la amabilidad de la gente, pero el barman adivinando su expresión negó con la cabeza y le entrego una nota, ella lo vio algo extrañada, no podía creerlo, había conquistado al barman y ahora este le daba su numero?, neee no lo creía, en realidad no había hecho nada para eso, abrió la hoja de papel que tenia en frente: “Let me be the love that comes from the sun… Let me be your rainbow rising up…” aquella era una de las frases de la canción que sonaba en ese momento, leyó de nuevo casi que unas tres veces para asegurarse de lo que decía y no se explicaba quien había podido mandársela, pues ya había mirado disimuladamente a lado y lado de la barra y en realidad todos estaban en su cuento. Miro de nuevo al barman suponiendo que este le diría quien la había enviado pero el solo la ignoro y siguió en lo suyo, que mas le daba, pensó en devolverlo, quien se creía para invitarla a un trago? , pero un trago, era un trago y su hermano le había enseñado que nada se debía desperdiciar y menos si era un excelente wishky. Brindo hacia el aire y bebió un poco, realmente era de los mejores que podían tener en el lugar.


Se levanto temprano, sin importar cuanto trasnochara era una costumbre adquirida el levantarse temprano, se sentó en la cama y miro por la ventana, el aguamarina del mar la invitaba a estar en el, se levanto buscando el celular, en realidad no era nada ordenada y menos cuando estaba cansada, y la noche anterior había sido uno de esos momentos de cansancio, la noche había estado bien, el recuerdo aquel que tuvo debía admitirlo, no fue el agua que se echó en la cara sino aquella nota que el barman le entregó lo que había hecho que olvidara sobre aquel asunto. Bajo hasta el restaurante quería comer alguna fruta antes de su recorrido matutino, aquel día solo pensaba en caminar por ahí conociendo un poco de la ciudad. El sol la golpeaba y cada que daba un paso le gustaba mas la idea de ir a la playa, lo había decidido, subió a su habitación a cambiarse, se coloco su traje de baño, se sentía bastante incomoda pero nada que hacer el calor y el esplendido mar la obligaban. Se sentó en playa con un coctel de frutas sin alcohol a su lado, observaba a su alrededor, muchos eran grupos de amigos que venían a pasarla bien y a emborracharse desde que se levantaban hasta que se acostaban, algunos grupos de chicas tratando de broncearse y mostrar sus esculturales cuerpos, pero para ella no funcionaba eso, prefería estar bajo la sombra, desde que era chica si se exponía al sol, quedaba roja y luego su piel comenzaba a arder, y luego quedaba de nuevo blanca, nada de bronceados para ella, cerca de allí uno de sus Djs favoritos tocaba era lo mejor que había vivido, disfrutar de la playa y el mar al tiempo de uno de sus Djs era excelente.


Se escuchaba corear a todo el publico del evento las canciones “When love takes over yeahhh….You know you can’t deny…” Si, cuando el amor se impone, pensaba en ello, en que seria fenomenal tener esos sentimientos de nuevo, pero esta vez por alguien que en realidad los quisiera. Do you want my love?... Simplemente le gustaría ahora preguntar esto antes de darlo así no mas, y sabia que estaba pensando cursi, pero ni modos, era lo que aquella canción que sonaba le hacia pensar. Se levanto y camino hacia el mar, comenzó a meterse lentamente, la sensación de la cálida pero refrescante agua en su cuerpo la hacia sentir bien, pero era bastante nerviosa y mas con el mar y las piscinas y todo lo parecido en lo que pudiese morir ahogada, no quiso seguir mas adentro del mar allí donde se había quedado estaba bien para ella. Luego de un rato salio del mar ya casi era medio dia y el sol se ponía agresivo a esa hora, tomo su toalla y se seco un poco, se sentó en la arena un rato por fuera de la sombra proyectada por la sombrilla, pero una refrescante sombra le tapaba los rayos del sol, trato de ver quien estaba a su lado. Un hombre de su edad estaba ahí parado sonriéndole, se sintió exasperada, realmente estaba fastidiándola, ahí paradote tapándole el sol.

-quisieras moverte?- dijo cortésmente pero en su voz se notaba el dejo de fastidio-

- te agrado el Whisky de la otra noche?- pregunto sentándose a su lado, ella no supo que responder, aquel chico era quien había escrito la nota y ofrecido aquel trago. Buscaba que decir en realidad jamás había pensado en encontrar a la persona que había escrito la nota y mucho menos que esta tuviera pensado en presentarse, y la idea de que el pudiera tener algún interés en ella la mareaba.- bueno solo preguntaba- se levanto y se despidió agitando su mano con una sonrisa en su rostro. Ahora que volvía a tener su espacio, respiro profundo y lo vio alejarse, realmente era guapo, pero ¿que estaba diciendo?, se regaño mentalmente, en realidad no creía que estuviera pensando en el chico, de todo lo que tenia planeado hacer en la isla pensar en algún chico era lo que menos debía hacer y lo que no debía incluirse de la nada en sus planes.


El chico se había marchado hacia un rato y ella se encontraba recogiendo sus cosas se ducharía y planearía que hacer en la noche aun no llamaba a su hermano y debía hacerlo, al levantar la toalla que había llevado allí se encontraba un papel, no había sacado nada así, no era de ella pero igual no lo dejaría por ahí botado, lo levantó. En su habitación dejo todo lo que había sacado encima de una de las mesitas del lugar, vio su teléfono y sin pensarlo llamo a su hermano, quería contarle lo sucedido, pero al mismo tiempo no quería que él se riera ni nada parecido, pero lejos de ello, el chico al otro lado de la línea solo sonrió, cualquiera que lo conociera sabia que esa sonrisa que tenia dibujada en su rostro era la típica sonrisa de cuando algún plan le estaba saliendo a la perfección, y las únicas palabras que le dio a la chica sobre el asunto fueron “déjate llevar”, y su explicación para aquel consejo era que este era un viaje de vacaciones para hacer algo diferente y que luego lo olvidaría cuando volviera a su vida normal. El tenia razón, o eso era lo que quería pensar, estaría bien si conocía a alguien al fin y al cabo ella volvería a su lugar y ya todo quedaría en las vacaciones, amores de verano, así los llamaban.


Luego de una buena ducha puso en orden lo que había traído de la playa, la sombrilla, la toalla las gafas, hizo una pausa, se le había olvidado botar el papel que había encontrado, estaba cerrado pero antes de botarlo, la curiosidad común de ver de que se trataba no la dejaba en paz, y antes de llegar a la caneca lo abrió, “ en el muelle del hotel a las 2 pm” estaba escrito con la misma caligrafía de la nota que le entregaron en el bar, dudo un poco y luego miro rápidamente su reloj, por suerte era apenas la una y media, medio se arregló y salió. Freno en la mitad del pasillo, ¿que estaba haciendo?, era bastante rígida con ese tipo de cosas ¿y solo porque su hermano había dicho déjate llevar había salido corriendo a encontrarse con una persona a la que no conocía que posiblemente podría robarla o raptarla o quien saque que cosas mas?, que mas daba, era bastante rígida con esas cosas pero también tenia la filosofía de que si no se arriesgaba no iba a saber lo que pasaría. Llego al muelle después de un fuerte debate mental entre el arriesgarse y que saliera bien o arriesgarse y que saliera mal, miraba justo en dirección al muelle detrás de unos arboles, si nadie iba no tendría que sentir la vergüenza de sentirse plantada.

-Que prevenida que eres- una voz a su espalda le hablaba- solo era una invitación a caminar por la playa- sonrió el chico- no era para robarte o asustarte- rio un poco-vamos- la tomo de la mano y salió caminando con ella, la tenia lo suficientemente fuerte para no dejar que se soltara, pero tampoco como para lastimarla.

- gracias por el Whisky- dijo agradeciendo lo de la noche anterior-

-no fue nada, me interesa mas saber que piensas de la nota que iba con el trago- sonrió, ella no sabia que responder- solo quiero que sepas una cosa mas- paro y se puso frente a ella agacho su cabeza para alcanzar el oído de la chica- no tengo la intensión de ser un simple amor de verano, hace tiempo te buscaba y solo Keigo te pudo haber mandado a un lugar que conocía bastante bien donde podría encontrarte fácilmente- sonrió levantándose- así que me presento, soy Kuraosuke Shiraishi- la chica no sabia que decir a las palabras de aquel chico, aquellas palabras escritas en el papel que le había dado el barman no eran solo un juego, eran en serio. Se sintió estremecer un poco, el aroma de aquel chico la embriagaba, pero no podía dejarse llevar sus palabras y un rico aroma. Estaba dispuesta a rechazar lo que él estaba planteando pero el solo puso un dedo en su boca- no necesito que digas nada ahora- sonrió tranquilo- simplemente te esperare, después de encontrarte nada será mejor que esperar a tu lado- se sentó en la arena jalándola con el, los dos quedaron mirando hacia el mar que imponente amenazaba constantemente a la playa con sus magnificas olas. La abrazó, ella realmente había quedado desarmada con esas palabras pronunciadas, no lo recordaba, no sabia quien era, pero su nombre le sonaba familiar, solo iba a esperar y “dejarse llevar”…