¿un sueño?

Había estado viendo películas de terror todo el día, pues el día anterior había sido el fin de los nacionales, y luego de unos duros partidos, las escuelas se habían reunido para hacer una pequeña celebración, ahora la chica tenía la cabeza saturada de aquellas imágenes de los guapos capitanes juntos y de los personajes ficticios de las películas de terror que había visto. Aunque tenía un poco de susto, el cansancio la había vencido y se había acostado quedando profundamente dormida.


“una casa con aire tenebroso, oscura y lúgubre, los rayos caían alrededor, la tormenta llegaría pronto, las puertas se abrían, entraba y caminaba hacia el comedor, vio unos chicos guapos compartiendo una cena, un sentimiento de alivio le recorrió, eran los capitanes de los equipos de tennis. Se levantaron y cada uno se dirigió a su habitación. Siguió a uno de ellos, entro con el en la habitación, al parecer era solo una observadora.

Las ventanas de la habitación se abrieron de un golpe, el viento frio entro y dejo ver un pedazo de la luna redonda, luna llena. Volteo a ver al chico que había seguido era Atobe, este comenzó a agarrarse la espalda como si algo le pasara, su rostro era diferente ahora tenía unos colmillos grandes saliendo de su boca, una mirada feroz, pero seguía teniendo actitud arrogante, sonrió y salió corriendo de la habitación; no se podía mover el susto la había dejado paralizada, aunque sabía que era tan solo una observadora, no pudo evitar sentir miedo, se le cayó un dije en forma de H que siempre llevaba atado en una manilla, salió corriendo y entro en la primera habitación, temía que Atobe, no, aquel hombre lobo la viera. Se recostó en la pared, pero la luz de la luna golpeaba en un objeto grande, le causo curiosidad se levantó y fue a ver que era, parecía un armario, quiso saber que había dentro, comenzó a abrirlo despacio, luego de que termino de abrirlo, maldijo su curiosidad, un chico de cabellos largos con un sombrero y un traje elegante habían salido, la chica respiro, era Yukimura, no había porque temer, el chico comenzó a acomodarse, tomo el bastón que llevaba y sonrió, ahí fue cuando la chica noto su piel completamente pálida, sus ojos extremadamente rojos escarlata y aquellos colmillos largos que prometían chupar su sangre hasta el final. La chica retrocedió sin acordarse de que tan solo era una espectadora, cayó al suelo, el vampiro comenzó a caminar hacia la puerta, tan elegante y delicadamente, pero con cara de querer acabar con cualquiera que pasara por su frente. La chica quedo allí tendida en el suelo, no sabía que pasaba, de seguro la mente le estaba jugando una mala pasada, al levantarse no se dio cuenta que había dejado otro de los dijes este llevaba la forma de una S. Salió rápidamente esperando no encontrar más sorpresas, al caminar por el pasillo piso uno de los tapetes que estaban en el corredor y callo por una especia de tobogán, a la salida cayo sentada en una mesa, había más chicas a su lado cenando felices, en la cabeza de la mesa se encontraba otro chico, tenía media cara quemada, jamás había imaginado a Tachibana con media cara quemada, de verdad era una imagen terrorífica pero este si parecía que pudiera verla, “ come” le dijo, la chica comenzó a comer no quería enfadarlo, el chico se levantó y comenzó a caminar en dirección de la chica, esta instintivamente se levantó y comenzó a caminar hacia el otro lado, el chico rápidamente la atajo y la cogió, “¿a dónde vas?”, la chica no respondió nada trato de soltarse, y en el forcejeo se le cayó uno de los botones del vestido, salió corriendo bajo por unas escaleras hacia el sótano, pensó que todo estaría bien, se sentó en el suelo recostada en lo que parecía una pared, de repente se comenzó a mover la pared, la chica se asustó y se levantó rápidamente, para cuando pudo fijarse Shiraishi lleno de vendas había salido y ahora se desperezaba, no se había dado cuenta de la presencia de la chica, comenzó a caminar hacia las escaleras dejándola atrás, la chica agradeció infinitamente que no se hubiera dado cuenta de su presencia, subió despacio, estaba demasiado agotada, se recostó en un muro, este al sentir la presión se volteó haciendo que la chica quedara en otra habitación, el sujetador del pelo se le había caído en algún lado, y la vuelta había hecho que le quedara el pelo por la cara, se lo arreglo. Un chico sentado en un escritorio trabajando, este era normal, la chica lo veía de medio lado corrió a pedirle ayuda, “Tezuka por favor salgamos de aquí” le gritaba sin que él le pudiese escuchar, cuando la chica estuvo lo bastante cerca, volvió a llamarlo, él volteo a mirarla, la chica pego un grito, la otra media cara del chico era de un monstruo. La chica quiso salir por la puerta pero ya era tarde, los demás que había visto arriba estaba en la puerta dispuestos a capturarla, todos se acercaban tranquilamente, ella solo gritaba, ya la estaban tomando de los brazos”


- Despierta ya es hora de la reunión- la mama había llamado, la chica se despertó de sopetón, suspiro aliviada, todo había sido un sueño.


Al llegar a la casa de su amigo, donde se realizaran unas olimpiadas (idea de Atobe) con todas las escuelas, la chica aún estaba aturdida por el sueño, no lo recordaba con todos los detalles, solo lo impactante: ¿Atobe un hombre lobo, Yukimura un vampiro, Tachibana el fantasma de la ópera, Shiraishi una momia y Tezuka el Dr. Jekyll y Mr. Hyde?, sí que había enloquecido anoche, además de que había perdido unos dijes de su manilla que tanto adoraba, definitivamente estaba aturdida.

- Hola Atobe- saludo la chica a su amigo, un poco dudosa, por el sueño de anoche.

- ¿Qué te sucede?- le pregunto este –

- Nada, me levante un poco distraída- lo evadió

- Bueno, comencemos, ven- la chica lo siguió, fueron hasta su escritorio.- comenzaremos con el papeleo, la chica pensaba ahora en que ella era la vice presidenta del consejo estudiantil y no precisamente la secretaria personal de Atobe, asi que de mala gana comenzó a realizar el papeleo.

- Esto también?- preguntaba la chica ya concentrada en su trabajo olvidando la noche anterior.

- Si – dijo seriamente, abrió uno de los cajones de escritorio- toma- le puso enfrente todo aquello que se le había perdido, en el sueño y que no recordaba.- los otros chicos, mandaron a decir que no seas tan descuidada.- la chica estaba en shock. Miro con temor a su amigo. Este solo le sonrió y le guiño un ojo, esto sí que era una terrorífica sorpresa, sintió un escalofrió recorrer su espalda.- ¿pasa algo?-la chica negó con la cabeza y siguió con el papeleo. Atobe se acercó y tiernamente le acaricio el cabello, con la mano- no te preocupes.- le susurro- que sea un secreto, solo un sueño.